A medida que te mueves hacia arriba, hacia el cuarto centro que es el del corazón, toda tu vida se convierte en un compartir amor. El tercer centro ha creado la abundancia de amor. Al llegar al tercer centro en la meditación, tienes tanta sobreabundancia de amor, de compasión, que quieres compartir. Esto sucede en el cuarto centro, en el corazón.
Es por esto que, incluso en el mundo ordinario, la gente piensa que el amor viene del corazón. Para ellos es simplemente algo que han escuchado; no lo conocen porque nunca ha llegado a su propio corazón. Sin embargo, el meditador llega finalmente al corazón. Cuando ha alcanzado el centro de su ser, el tercer centro, de repente una explosión de amor y comprensión, compasión y gozo y dicha y bendición surge en él con una fuerza tal que golpea el corazón y lo abre. El corazón está simplemente en medio de tus siete centros: tres centros por debajo, tres centros por arriba; has llegado exactamente a la mitad.
Osho The Search: Talks on the Ten Bulls of Zen Chapter2
Comentario:
La Reina del Fuego es tan rica, tan reina, que puede permitirse el dar. Ni siquiera se le ocurre hacer inventarios o guardar algo para más tarde. Ella dispensa sus tesoros sin limitaciones, aceptando y dando la bienvenida a lo más diverso para que participe en la abundancia, en la fertilidad y la luz que le rodea.
Al sacar esta carta se te sugiere que tú también estás en una situación en la que tienes la oportunidad de compartir tu amor, tu alegría y tu risa, y al compartir encuentras que te sientes incluso más lleno.
No hay necesidad de ir a ninguna parte o de hacer un esfuerzo en especial. Te das cuenta de que puedes disfrutar de la sensualidad sin posesividad o ataduras, que puedes dar a luz a un niño o a un nuevo proyecto con un igual sentido de plenitud en la creatividad.
Todo lo que hay alrededor tuyo parece como si se estuviera unificando ahora. Disfrútalo. Enraízate en ello y deja que la abundancia en ti y alrededor tuyo se derrame.
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About Me
- Lils
- Buenos Aires, Argentina
- "Como hombre que ha dedicado su vida entera al estudio de la materia, puedo decirles, como resultado de mi investigación acerca del átomo, lo siguiente: la materia no existe como tal. Toda la materia se origina y existe sólo en virtud de una fuerza que hace vibrar la partícula atómica y mantiene unido ese diminuto sistema solar que es el átomo. Debemos asumir que detrás de esa fuerza existe una inteligencia". Max Planck. 1918