Cuando la energía sexual no fluye como debiera, crea muchos problemas.
Si la energía sexual fluye de la manera correcta, todo va bien, todo está como debería estar. Entonces estás sintonizado y hay una especie de equilibrio. Una vez que la energía sexual se bloquea en algún lugar, eso repercute a nivel general en todo el cuerpo. Y ocurrirá en primer lugar en la cabeza. El sexo y cabeza son dos polos opuestos.
Por esto, las personas muy centradas en la cabeza comienzan a perder su capacidad de tener orgasmos. Se olvidan de su energía sexual. La niegan o simplemente la reprimen. Permanecen en la cabeza; sólo saben disfrutar ahí. Todo el cuerpo comienza a sufrir y la cabeza se convierte en un dictador.
Empieza con dos cosas: cada mañana, después de dormir, quédate de pie en tu habitación y comienza a agitar todo el cuerpo. Transfórmate en el movimiento; agita todo el cuerpo desde los pies hasta la cabeza y siente como si fuera casi un orgasmo... como si tuvieras un orgasmo sexual. Disfrútalo, déjalo que te alimente y si sientes que quieres expresar algunos sonidos, exprésalos y disfrútalos durante diez minutos
Luego fricciona tu cuerpo con una toalla seca y dúchate. Haz esto todas las mañanas, y en un lapso de dos o tres semanas recuperarás el equilibrio.
Osho, Far Beyond the Stars
Si la energía sexual fluye de la manera correcta, todo va bien, todo está como debería estar. Entonces estás sintonizado y hay una especie de equilibrio. Una vez que la energía sexual se bloquea en algún lugar, eso repercute a nivel general en todo el cuerpo. Y ocurrirá en primer lugar en la cabeza. El sexo y cabeza son dos polos opuestos.
Por esto, las personas muy centradas en la cabeza comienzan a perder su capacidad de tener orgasmos. Se olvidan de su energía sexual. La niegan o simplemente la reprimen. Permanecen en la cabeza; sólo saben disfrutar ahí. Todo el cuerpo comienza a sufrir y la cabeza se convierte en un dictador.
Empieza con dos cosas: cada mañana, después de dormir, quédate de pie en tu habitación y comienza a agitar todo el cuerpo. Transfórmate en el movimiento; agita todo el cuerpo desde los pies hasta la cabeza y siente como si fuera casi un orgasmo... como si tuvieras un orgasmo sexual. Disfrútalo, déjalo que te alimente y si sientes que quieres expresar algunos sonidos, exprésalos y disfrútalos durante diez minutos
Luego fricciona tu cuerpo con una toalla seca y dúchate. Haz esto todas las mañanas, y en un lapso de dos o tres semanas recuperarás el equilibrio.
Osho, Far Beyond the Stars